En un nuevo ciclo de talleres diálogo organizados por el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, en colaboración con la Universidad Católica de Chile, INACAP, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y la Universidad de Concepción en Santiago, más de 70 mujeres conocieron herramientas para el diálogo, compartieron historias de vida, reflexionaron sobre sus roles en la sociedad y tuvieron la vivencia de dialogar.
“Estos talleres tienen un carácter pedagógico y experiencial. Han demostrado ser espacios seguros y transformadores, donde mujeres de diferentes edades, realidades y trayectorias, se encuentran para dialogar, aprender y fortalecerse mutuamente”, destaca Pilar Egaña V., Directora de Comunicaciones y facilitadora de talleres del Centro Nansen Chile, y añade: “En una sociedad donde la desconfianza está presente a diario, el papel de las mujeres en la creación de ambientes propicios para el diálogo, es más relevante que nunca”.
El valor de la colaboración
Ingrid Painequeo Huenufil, mujer mapuche, de La Pintana y Presidenta de la Asociación Indígena Inchiñ Mapu, describe su experiencia en el taller: "Fue un espacio muy enriquecedor, con muchas herramientas para desempeñar mi labor como dirigenta. Siento que cada palabra, cada experiencia que escuché de mis compañeras, me sirve para mi propio desarrollo y también para llevar esta experiencia a mi organización, donde la mayoría somos mujeres dirigentas".
Ximena Abogabir, Vicepresidenta de la organización Travesía100, destacó el valor de la colaboración femenina: "Mi experiencia ha sido maravillosa, es un privilegio haber estado aquí, y hacer el taller con puras mujeres. Creo que hay una dinámica distinta de colaboración, de querernos, de cuidarnos, de apoyarnos unas a otras, que creo que no se da siempre en situaciones mixtas. Las mujeres tenemos hoy día un rol tan importante en la sociedad que todo lo que sea empoderarnos, ayudarnos y cuidarnos es muy importante”
Una valiosa experiencia de aprendizaje
Valentina Carrillo, Directora Ejecutiva de Jóvenes Migrantes por el Desarrollo Sostenible, reflexionó sobre cómo el taller la llevó a cuestionar sus propios prejuicios y abrirse a nuevas realidades: "Este taller me ha hecho hacer un ejercicio de mirar mis propios sesgos, mis prejuicios y de ser más abierta y más empática con las distintas realidades con las que coexisto. Creo que hay un sentimiento compartido donde uno se puede ver reflejada en la compañera de al lado, entonces eso hace que el espacio sea súper íntimo y muy nutritivo. Me voy llena de ganas, de desafíos, con una apertura enorme a aprender a escuchar lo que tiene que decir la otra persona".
Las cuatro jornadas se realizaron en forma simultánea los días 3 y 4 de septiembre.